Para conmemorar un nuevo dia del hincha, escribí este pequeño relato para todos los racinguistas.
En este texto me encantaría poder explicar el sentimiento que tengo por Racing, pero simplemente no puedo, las palabras no son suficientes, entonces quiero contar un poco de mi historia.
Nací en Quilmes, soy hijo de madre joven y de un padre que me abandonó. Por aquellos días, un amigo de mi mamá apodado ‘El Pollo’ intentó apadrinarme, y ante la negativa de mi viejita, dijo: «Entonces dejame hacerlo de Racing». No imaginó que estaba plantando una semilla.
Ese amigo luego se fue a vivir muy lejos, por lo que no tengo muchos recuerdos de él, y en mí familia no hay nadie que comparta esta pasión conmigo.
Me fui haciendo de Racing ante muchas adversidades, la más fuerte fue mi padrastro, quién en sus momentos de locura, muchas veces se agarraba la costumbre de cortarme las camisetas ante mis ojos. Hoy en día tenemos una agradable relación, pero siempre fue difícil: no podíamos convivir él, Racing y yo.
A su vez en la escuela fui lo mismo que cualquier académico, tanto es así que me decían Racing en lugar de mi nombre y una frase común entre las personas que frecuentaba era: «El hincha de Racing no es hincha, es un enfermo». nunca más acertado análisis.

El 14 de diciembre de 2014 y ante algunas malas notas, mi padrastro no permitió que yo pudiera ver el partido ante Godoy Cruz. Yo tenía 12 años y fue un momento bisagra en mi vida, porque el dolor de no poder vivirlo como quería, se mezcló con la situación que estaba por acontecer, y finalmente se disipó cuando prendí la radio. Abracé ese aparato gris, y lloré como nunca lo hice en mi vida. Ya no había vuelta atrás: Racing era campeón, y yo era el nene más feliz de la tierra.
Ya más de grande y tras haber luchado mucho, pude empezar a disfrutar a el club que amo de otra manera. En 2021 con mi primer trabajo pude asociarme y me puse de novio con una chica a la que también le transmití esta locura, empecé a ir a la cancha todos los domingos y a vivir a Racing más de cerca.
No puedo explicar lo que es Racing, es imposible, pero sí puedo contar un poco de mi historia para al menos comprender el arraigo y el sentimiento que tengo para con este club.
En este 7 de marzo quiero agredecer a la gente que comparte esta hermosa pasión, a mí mamá que fue de las pocas personas que entendió todo, y sobre todo al Pollo, quién me transmitió este sentimiento, que aún no puedo descifrar.
