Uno x Uno de Racing vs. Argentinos Juniors

​La Academia volvió a ser derrotado, esta vez frente al Bicho por 2-0. Muestra un nivel lamentable dentro del campo de juego, no levanta cabeza y cada vez se aleja más de la posibilidad de jugar una copa en 2022.

Gabriel Arias (5): Nada que hacer en los goles del Bicho. Más allá de eso no tuvo errores, salvo algún que ortro rebote innecesario.

Juan Cáceres (3): Flojo encuentro, no estuvo fino al pasar al ataque y tampoco en defensa. Viene en un nivel muy bajo.

Mauricio Martínez (1): Dejó pasar a Cabrera para que cómodamente patee y haga el primer gol. Una pasividad increíble.

Leonardo Sigali (6): El único jugador de Racing a la altura. Juega con el orgullo de un jugador de su jerarquía. Da pena verlo rodeado de estos jugadores.

Eugenio Mena (3): Perdió la marca en el primer tanto y se quedó parado en el corner en el segundo gol. Luego salió desgarrado. Noche completa.

Carlos Alcaraz (3): Muy individualista, nunca pudo generar juego asociado y perdió muchas pelotas en ataque.

Aníbal Moreno (3): Mal partido en la tarde de hoy, sobre todo con la pelota. Muchos pases errados y huecos en el mediocampo.

Ignacio Piatti (2): Jugó suelto en el mediocampo pero no produjo nada en ataque. Fue bien contenido por los mediocampistas locales.

Tomás Chancalay (3): Tuvo un solo remate en el segundo tiempo que fue fácil para el arquero. Desapercibido el resto del partido.

Javier Correa (1): Inexistente dentro de la cancha. No aporta nada en el juego.

Darío Cvitanich (4): No pudo nunca encontrarse dentro de la cancha. Fue marcado de buena forma.

Fernando Prado (4): Cubrió su sector y no mucho más. No pasó al ataque.

Gastón Viera (4): Difícil debutar en este contexto. No mucho para destacar.

Maximiliano Lovera (4): Fue el único que intentó sacarse hombres de encima, aunque sin productividad.

Leonel Miranda (3): No pudo darle juego al equipo en mitad de cancha.

Iván Maggi (3): Nunca entró en juego.

Claudio Úbeda (2): Racing juega igual o peor que con Pizzi. Racing es un equipo sin alma, actitud ni orgullo dentro de la cancha. No es toda su responsabilidad, pero no puede cambiarle la cara al equipo.