En un día como hoy pero de 2016, Diego Milito se retiraba del fútbol profesional en su casa, en la victoria por 2 a 0 ante Temperley. Tras haber sido padre la noche anterior al partido, el capitán de la Academia marcó un gol de penal y por primera vez se vio una bandera con un rostro en el mítico estadio de Avellaneda: el de Diego Alberto Milito, el último gran ídolo de Racing. Desbordado de emoción, el 22 recibió la ovación más grande de toda su vida y tuvo que callar la otra despedida tácita que también se daba: la de su amigo, Sebastián Saja.

El 21 de mayo de 2016, Racing enfrentó a Temperley por la fecha 16 del Torneo de Primera División con la gran particularidad de que se daba el último partido como profesional del último gran héroe de la Academia: Diego Alberto Milito.

El inicio de todo.

Milito fue titular desde el arranque y su partido estuvo atravesado por una montaña de emociones que lo desbordó gran parte del partido: había sido padre de Morena a las 3:22 am del mismo día. No sólo eso, sino que el marco del encuentro en el Cilindro había sido más en torno a su figura que a la del equipo. Los hinchas portaban banderas y mensajes en hojas que decían “GRACIAS DIEGO MILITO”, además de los característicos cánticos.

A los 18 del primer tiempo hubo penal para Racing y obviamente quien debía patearlo era el capitán. Diego pateó y fue gol, la emoción tapó a todo el mundo Racing y una vez más, Milito le regalaba una alegría más al pueblo académico. Unos minutos más tarde tuvo la chance de repetir en el marcador con otro penal, pero los nervios fueron más esta vez y el arquero Crivelli la tapó pero con rebote, el cual lo aprovechó Óscar Romero y lo convirtió en el segundo gol.

Diego trotaba mientras miraba cómo desde la tribuna los hinchas desplegaban una bandera con su rostro pintado en stencil y en el minuto 22, una ovación inundó el sonido del estadio con el cántico de su apellido: “Milito, Milito” fue ensordecedor y Diego lo sintió, era un sueño increíble para él. Justo Milito, que había estado al borde de irse de Racing antes de debutar en primera, que le tocó la peor época para estar en inferiores –entrenando en condiciones altamente precarias- y con el marcado hecho de haber tenido que debutar en la primera de un club quebrado y en una crisis que parecía eterna.

A pesar de esas espinas, Milito representaba –y hasta hoy lo hace- la identidad de Racing, un emblema de la resiliencia característica de nuestro club: fue campeón con Racing después de que el club no lo fuera por 35 años y fue embajador en el mundo de Racing al convertirse en uno de los mejores delanteros de Europa y ganar Scudetto, Copa y Supercopa de Italia, Champions League, Mundial de Clubes, y ser ídolo en todos los clubes donde jugó. Con ese espíritu y perseverancia le devolvió a Racing la gloria al haber cambiado la mentalidad del club y demostrar con su fútbol que la Academia es un grande y como tal, tiene que estar en la cima. El campeonato de 2014 es una estrella que no se olvidará jamás, y aquel 21 de mayo de 2016 la gente se lo hizo presente a cada rato.

Milito quiso jugar hasta el último minuto de partido, los últimos minutos ya con lágrimas en los ojos al igual que el pueblo racinguista que asistió al Cilindro. Un abrazo inmenso con su amigo Saja, que lloraba desconsolado, fue otra muestra más de la grandeza del número 22, que sabía que el arquero también dejaba la Academia y guardó el secreto.

La jornada fue de emoción, de sabores agridulces porque siempre ver al héroe que nos rescató del abismo es gratificante, pero saber que tenemos que alejarnos de él, no puede ser grato. Sin embargo, Milito no sólo es de Racing, sino que él mismo ES Racing, y eso es algo que la gente de la Academia tiene presente a cada instante: ya sea cuando fue su partido despedida, algo inédito también en el mundo Racing, o cada vez que se lo recuerda. Porque Milito es de Racing, de Racing de verdad.

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Nací, me crié y crecí en el barrio de Villa Luro, siempre siendo hincha de Racing. Soy socio desde que volvió la democracia al club (N° 36608). Estudié “Ciencias de la Comunicación Social” en la UBA y estoy a poco de graduarme de licenciado y a otro poco, de profesor. Hago periodismo desde hace varios años, y para Racingmaníacos trabajo en la sección "Efemérides" de esta web, donde me ocupo de contar la maravillosa historia de esta gloriosa institución.

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